Análisis de Biomutant

En la actualidad, es mucho más común que los videojuegos que se esperan con ganas para una determinada fecha se vean retrasados para que el estudio a cargo del proyecto consiga alcanzar las cotas de calidad que consideran necesarias para que los jugadores puedan disfrutar al máximo. Este caso afectó, como a mucho otros, a Biomutant, título de THQ Nordic que tenía prevista su llegada al mercado para el año 2019, pero tras varios problemas su estreno se ha ido diluyendo en el tiempo hasta hoy mismo.

Con la premisa de intentar ofrecer un Action-RPG de mundo abierto basado en un sistema de combate profundo, con un apartado artístico muy cuidado y una historia basada en un mundo postapocalíptico, ¿Conseguirá el juego alcanzar las expectativas que se tenían puestas en él? Os lo contamos en nuestro análisis de Biomutant para Xbox One.

El argumento de Biomutant sigue una premisa ya vista en el género con anterioridad, aunque con una cierta peculiaridad. El mundo ha sido golpeado por un desastre natural causado por la empresa Toxanol, una antigua petrolera que debido a sus malas prácticas provocaron que el petróleo saltase a la superficie terrestre sin control alguno, provocando daños irreparables en el ecosistema.

Con el paso de los años, la vida del planeta tierra solamente tenía dos opciones: adaptarse o morir. De este modo, tras el paso del tiempo, diferentes especies animales han sido capaces de aclimatarse a la tierra, sufriendo una serie de mutaciones que no solo le han dado capacidades “humanas”, sino que también han potenciado otras que ya estaban candentes en ellas.

Con este pretexto es como empezaremos nuestra aventura, donde comenzaremos creando a nuestro propio personaje. Podremos elegir entre diferentes clases y habilidades, lo que modificará no solo las estadísticas de nuestro mapache, sino también la apariencia física del mismo.

Una vez hayamos personalizado al protagonista de esta aventura, el viaje que emprenderemos tendrá dos objetivos principales. Por un lado, el terrible acontecimiento que infectó el mundo ha provocado que las especies supervivientes hayan creado sus propias tribus, con distintos ideales y formas de afrontar la catástrofe que ocurrió hace años, siendo nuestra principal misión la de intentar unir a todas estas tribus o sumirlas a nuestro yugo, dependiendo de la forma en la que queramos afrontar esta aventura.

Por otro lado, el árbol de la vida, el cual ha mantenido la vida desde la catástrofe, se está viendo amenazado por unas bestias cuyo único objetivo es el de acabar con sus raíces y tratar así de erradicar la vida del planeta. En este sentido, Biomutant recuerda enormemente a títulos recientes de mundo abierto en el que 4 bestias son importantes para el devenir del mundo y de nuestro héroe, como por ejemplo ya ocurrió en Zelda: Breath of the Wild.

Finalmente, es importante hablar del sistema de decisiones. Desde Experiment 101 se ha hablado largo y tendido sobre la importancia que nuestras decisiones tendrán en el mundo, pudiendo elegir entre un camino oscuro u otro más orientado a la luz, lo que implicaría variaciones importantes en los acontecimientos del título. No obstante, nada más lejos de la realidad, el juego no parece cambiar en absoluto dependiendo de la decisión que tomes, siendo cambios únicamente aplicables a ciertos diálogos con NPCs y poco más.

Tras hablar del argumento de Biomutant, ahora entramos de lleno en uno de los aspectos que más se han promocionado y el que más prometía de este título: el sistema de combate. Biomutant ofrece una experiencia similar a la vista en otros juegos del género, con un sistema de combate básico en su inicio, pero variado conforme pasan las horas.

En el título será de gran importancia el aspecto RPG del juego, pues ofrece un sistema bastante completo de mejora del personaje. En Biomutant no solo será importante subir el nivel de nuestro protagonista, con lo que conseguiremos puntos de experiencia para mejorar (a nuestro gusto) las estadísticas base del mismo. También será necesario hacer las de explorador y de elegir exactamente el camino que queremos tomar, pues además de las mejoras de experiencia contaremos con puntos de biomasa y Psiopuntos, los cuales se traducirán en los diferentes ataques especiales que podamos realizar.

Entrando ya a valorar el sistema de combate en sí, Biomutant nos ha dejado una sensación un poco agridulce en este sentido. Si bien es cierto que el juego cuenta con una notoria sensación de progresión, esto no es suficiente para ofrecer un sistema de combate completamente satisfactorio para el jugador. A pesar de poner manejar diferentes tipos de armas y empuñaduras, todas ellas acaban sintiéndose de una forma bastante similar, sin otorgar una auténtica diferencia al jugador al elegir entre armas pesadas o ligeras.

Además, el mayor problema de Biomutant no radica tanto en este aspecto, sino en la sensación que el juego nos transmite a la hora de golpear a nuestros enemigos. Sin duda alguna, el aspecto más negativo del título a nivel jugable es el poco feedback que sentimos cuando golpeamos a nuestros enemigos, siendo constantes los momentos en los que nuestros golpes no afecten de forma alguna a nuestros adversarios, provocando que a pesar de que encadenemos varios golpes seguidos contra ellos, no seamos capaces de “cortar” sus ataques hacia nosotros.

No obstante, esto no significa que Biomutant no pueda ser un juego divertido, ya que a pesar de que en sus inicios puede hacerse algo duro debido a esta problemática que comentamos, conforme progresamos y vamos obteniendo nuevas habilidades el título se hace entretenido, aunque no tanto como nos gustaría según lo visto en las diferentes promociones que desde THQ Nordic se han estado haciendo en los últimos años.

Por otro lado, es importante destacar el aspecto de exploración del juego, pues este cuenta con un sistema parecido al visto en títulos como The Division, donde iremos encontrando distintos equipamientos que podremos ir cambiando en nuestro personaje, para ir mejorando las estadísticas según el nivel de la prenda que nos equipemos, que irá desde común hasta legendario.

En este sentido, el juego es consciente de que a lo largo de la aventura iremos encontrando elementos que nos queramos, permitiéndonos desechar estos objetos a cambio de obtener piezas para mejorar los equipamientos que llevemos asignados, así como la posibilidad de incluso crear armas a nuestro gusto, que, a pesar de no tener la incidencia que nos gustaría, tal y como comentamos unas líneas más arriba, nos parece un buen añadido.

A pesar de la polémica suscitada en los últimos días, el apartado técnico de Biomutant, al igual que ocurre con su sistema de combate, nos da una de cal y otra de arena. En lo que respecta a su apartado artístico, Biomutant cuenta con uno de los mundos más coloridos y bonitos que hemos vistos en los últimos años, ofreciendo un universo capaz de entrar por los ojos de cualquier usuario y dejarte una sensación de sorpresa por lo bellos que son sus escenarios.

Sin embargo, ya en este punto, el juego es capaz de lo mejor y de lo peor. Mientras que sus escenarios son fantásticos, hasta tal punto que no serán pocos los jugadores que se tirarán horas con su (limitado) modo foto; todo lo contrario ocurre con el diseño de muchos de sus personajes. Aunque algunos de ellos están bien conseguidos, hay otros que resultan bastante pobres.

Lo mismo ocurre con su apartado técnico propiamente dicho. Mientras que la versión de Xbox Series X (la cual ha sido usada para este análisis) es capaz de ofrecer el juego a una resolución de 4K y 60 fps, lo que supone una experiencia idónea, no son pocas las veces que hemos experimentado ciertos problemas gráficos. Un popping demasiado acusado, cargas de texturas que tardan varios segundos en mostrarse como deberían, o unas animaciones de los personajes, especialmente en las partes “cinemáticas” que demuestran que Biomutant es un juego más humilde de lo que se esperaba en un primer momento, tal y como hicieron saber desde THQ.

A lo largo del análisis de Biomutant hemos comentado que el título ofrece sensaciones encontradas en varios de sus aspectos, ofreciendo constantemente un punto positivo y uno negativo. No obstante, hay un aspecto que no nos ha convencido en ningún momento de la aventura, y es ni más ni menos que su apartado sonoro.

A pesar de que Biomutant llega a nuestras consolas doblado y traducido al castellano, el nivel del doblaje es bastante pobre, no solo ya por dar la sensación de que ha sido un doblaje realizado para salir del paso, sino también porque habrá momentos en los que lo que ocurra en pantalla y lo que nos diga el narrador no tenga mucha relación entre sí. Además, este no se encuentra libre de fallos, pues serán varias las ocasiones en las que, al conversar con un NPC, el narrador pierda la voz, quedando a expensas de leer los subtítulos para saber exactamente lo que nos dirán los personajes, ya que todo ellos cuentan en el juego con un idioma inventado, el cual también se antoja algo pobre y repetitivo.

Biomutant es un juego que cuenta con una gran base en casi todos sus apartados: un universo interesante que provoca que el jugador quiera saber más de él, un sistema de combate que mejora a cada minuto que avancemos en la aventura y un apartado artístico que deja unas postales impresionantes. No obstante, ninguno de ellos está refinado al 100%, lo que provoca una sensación algo “agridulce”, especialmente al pensar lo que podía haber sido y lo que finalmente ha llegado a nuestros mandos.

Sin embargo, esto no quiere decir que el juego no sea disfrutable, ya que, a pesar de sus puntos negativos, el juego conseguirá atraparnos conforme vayan pasando las horas. Aunque eso sí, siempre nos quedará la sensación de que con un poco más de pulido, podría haber sido un título redondo.